Hay muchos factores que pueden alterar una buena polimerización y, por lo tanto, el resultado final de las restauraciones dentales. Uno de ellos es el tiempo que le dedicamos, esto varía según el color del compuesto, el poder de la lámpara, la profundidad de la cavidad, el grosor de la capa, las estructuras dentales interpuestas o la cantidad de material de relleno en sí mismo.
Los tonos más oscuros requieren un mayor tiempo de polimerización, aproximadamente 60 segundos a una profundidad máxima de 0,5 mm.
Un material compuesto a temperatura ambiente polimeriza en menos tiempo y más rápido. El espesor de la capa de las resinas es muy importante. Se recomienda no polimerizar capas con un espesor superior a 2 mm.
El tipo de relleno, por ejemplo, las microfinas polimerizan peor que las que tienen cargas más altas.
En el tratamiento de compuestos dentales es muy importante tener en cuenta ciertas situaciones que pueden ser la causa de muchos de los problemas al polimerizar. El proceso de endurecimiento de un polímero siempre ocurre mediante la unión de moléculas que se unirán y luego ocuparán un volumen menor que el inicial.
Las resinas dentales necesitan ser polimerizadas para obtener sus propiedades.
Cuanto más se polimeriza el material compuesto, mejores propiedades logra, pero al mismo tiempo y en detrimento de lo anterior, cuanto más se somete a este proceso, más se contraerá.
