Las encías sangran cuando están irritadas e inflamadas, lo que no se considera normal. Esto se debe a la placa (una película suave de bacterias) que queda en los dientes, lo que provoca una inflamación llamada gingivitis y, si no se aborda, puede convertirse en una enfermedad de las encías.
Con el tiempo, si no se limpia a través del cepillado diario y la limpieza interdental, la placa puede convertirse en un depósito duro llamado sarro o cálculo que requerirá una incrustación profesional por parte de su dentista o higienista para eliminarlo.
Es posible que tenga que usar un cepillo más suave mientras las encías están inflamadas hasta que se vuelvan más saludables. También es importante limpiar diariamente entre los dientes con cepillos interdentales o hilo dental. Puede intentar usar una pasta de dientes específicamente diseñada para dientes sensibles. Frote un poco de pasta dental en el área sensible al acostarse, ya que ayuda a proteger la superficie.
Es importante que incluso si las encías sangran, se cepillen para mantener la boca limpia; de lo contrario, las bacterias que se acumulan en la boca empeorarán la inflamación de las encías. Después de unos días de limpieza a fondo, sus encías deberían dejar de sangrar. Si esto no sucede, deberá visitar a su dentista, ya que es posible que necesite una limpieza profesional.
